domingo, 22 de marzo de 2009

No me felicitéis por el día del padre


No me deis regalos.

Mandad la corbata a Zapatero, a Bibiana Aído, a Mercedes Cabrera o a Bernat Soria. Ellos son quienes decidirán si nuestros hijos deben morir o deben nacer, en cuyo caso decidirán también cómo deben ser educados, en qué dioses deben creer, cómo deben amar y cómo y cuándo deben procrear.

Enviad la Black&Decker a los magistrados del Tribunal Supremo que han decidido que el Estado puede enseñar a nuestros hijos lo que llaman una nueva ética pública, o sea, los valores que el gobierno de turno considere comunes e indiscutibles.

Obsequiad unos gemelos o un reloj a los filósofos y pedagogos que han dictaminado que las familias tienen la culpa de la mala educación de nuestros chavales y de su fracaso en la escuela y en la vida.

Los ex-padres y ex-madres nos limitaremos a traerlos al mundo (si nos dejan), a cuidarlos, a alimentarlos, a vestirlos y a sostener con nuestros impuestos al todopoderoso Estado que se encargará de convertirlos en ciudadanos estándar, a mayor gloria del nuevo orden social.

Se acabó la fiesta. Lo siento por España, por nosotros y por nuestros hijos. También por El Corte Inglés.

Manuel Martín-Gaitero López M.

No hay comentarios: