sábado, 31 de octubre de 2009

Gestos que pueden cambiar la historia



En 1955, los negros sufrían la humillación de no poder compartir los lugares públicos con los blancos. Esa segregación era legal. Las leyes racistas fueron diseñadas para que los negros se sintieran inferiores y así mantenerlos marginados de la sociedad. Marginados e inferiores por ley. La Corte Suprema de Estados Unidos llegó a apoyar la segregación y las leyes estatales que eliminaban el voto para los negros.

Rosa Parks, una costurera negra de Montgomery, Alabama, trabajaba también, por aquellos años, en el movimiento de derechos civiles, en la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo de Color (National Association for the Advancement of Colored People) en su ciudad natal. Sin duda desde esa asociación se trabajaba para acabar con esas leyes racistas, leyes profundamente injustas y moralmente inaceptables que, sin embargo, los ciudadanos, la ciudadanía americana, tan democrática, cumplía y asumía, como hay que hacer con todas las leyes… ¿O tal vez no?

Esta mujer que luchaba dentro de la legalidad por el avance de la gente de su raza, hizo un día algo heroico. Un simple gesto que fue el detonante para cambiar las cosas, tal como queda recogido en los libros, incluso en algunos de los de Educación para la Ciudadanía. Se negó a ceder su asiento en el autobús a un viajero blanco. En sus memorias relata este gesto con gran sencillez: «Mientras más obedecíamos, peor nos trataban. Aquel día estaba fatigada y cansada. Harta de ceder». Así de simple. Tan simple como son a veces las cosas más grandes. Un día se negó a cumplir la ley y este simple gesto cambió la historia, porque no se quedó en una anécdota. Fue el despertar de un movimiento que ya fue imparable.

Empezó por un boicot a los autobuses de Montgomery, con un seguimiento masivo que duró 382 días. En aquellos días, se hicieron marchas de varios kilómetros y al parecer, cuando les preguntaban cómo se sentían, algunos respondían: «Mis pies, cansados. Mi alma, ¡liberada!».

Gestos que remueven conciencias y movilizan a la gente; gestos que cambian la historia. Gestos que acaban con leyes injustas e inmorales.

¿Por qué me he fijado precisamente en el gesto de Rosa Parks? La historia está llena de gestos sencillos y de gestos grandiosos que podía haber recordado hoy. Por ejemplo, podía haber recordado a los santos Justo y Pastor, patronos de Alcalá de Henares, que murieron degollados con 7 y 9 años, por negarse a abjurar del cristianismo. Se negaron a cumplir un edicto de Diocleciano; se negaron a cumplir la ley.

Si he elegido el primer ejemplo ha sido porque es un gesto que nadie osaría criticar en este momento. Los mismos que critican con dureza a los padres objetores, a los que califican de insumisos; los mismos que intentan ridiculizarlos: «¡Yo voy a objetar a matemáticas porque no me gustan los polinomios!»; Los mismos que los amenazan: «¡Las leyes están para cumplirlas!»; los mismos que quieren acabar con los objetores de conciencia alaban la actitud de esta mujer.

En cambio, si podrían llegar a burlarse, incluso, de los Santos Niños, como lo hacen de los padres, porque no quieren entender sus razones; o porque, simplemente, no quieren respetarlas. Nadie se atrevería a cuestionar, en cambio, que Rosa Parks, aquel día, hizo lo que tenía que hacer: negarse a cumplir una ley injusta y actuar en conciencia porque sabía que ella tenía los mismos derechos que un blanco aunque la ley no se lo reconociera. La ley no tenía que concederle un derecho; tenía que garantizar que ese derecho que era suyo fuera respetado. Y ella no tenía que cumplir esa ley segregacionista.

Hoy en España hay leyes injustas, y se están gestando más. Leyes que permiten matar a los niños en el vientre de sus madres y que pretenden, incluso, convertirlo en un derecho. Leyes que pretenden arrebatar a los padres la formación moral de sus hijos, porque saben que los padres, con su amor, hacen hombres libres y el Estado, con su ideología, quiere ciudadanos a su medida. Ciudadanos que en el futuro no cuestionen, por ejemplo, que el aborto es un derecho si lo dice el Gobierno. No debemos someternos a estas leyes. No podemos hacerlo.

Hoy también estamos viviendo gestos importantes. Hoy también estamos viviendo un despertar de la sociedad, aún lento, pero imparable. El pasado 17 de octubre vivimos uno de esos maravillosos gestos. Cuando daban por zanjado el tema del aborto, la sociedad despierta y reabre un debate que no estaba muerto, que nunca lo estuvo. Que se lo digan a aquellos que han estado todos estos años intentando hacer oír su voz, haciendo gestos; tantos grupos provida que estaban ahí, salvando seres humanos, ayudando a madres asustadas a traer al mundo a sus hijos cuando otros muchos les ofrecían el aborto como una solución a su «problema». Hay que defender la vida del niño no nacido, siempre.

Los padres también están haciendo gestos, gestos importantes. Los padres y sus hijos. Un gesto: una primera objeción de conciencia que abrió el paso a otras miles. La creación de una primera plataforma de padres: un fenómeno espontáneo que se fue extendiendo por toda España, hasta tener más de 70. Padres que se niegan a cumplir una ley, porque saben que nadie puede arrebatarles su derecho y el de sus hijos. Aunque una sentencia, como ha ocurrido con el Tribunal Supremo, diga que no tienen razón. También la Corte suprema de Estados Unidos llegó a apoyar la segregación y la eliminación del voto de los negros.

¿Cambiaba eso en algo la verdad de las cosas? No. Los negros tenían razón, y al final la razón se impuso. Hubo que pelearlo, y como había gente dispuesta a hacerlo, cambiaron el sistema.

Sigue habiendo gente dispuesta a cambiar el sistema. Hoy, jueves 29 de octubre, hemos vivido otro gesto. Hoy se ha presentado la Federación de Plataformas de Padres por la Libertad de Educación, España Educa en Libertad. De momento ese nombre es un ideal a alcanzar; esperemos que llegue a ser una realidad. Una Federación nacional que surge de la voluntad de padres de toda España de hacer algo para cambiar las cosas. Esos padres que llevan tres años luchando, algunos en solitario en sus colegios, en sus pueblos, en sus ciudades… viendo cómo sus hijos van madurando, con las dificultades, entendiendo lo que significa seguir la conciencia y negarse a cumplir leyes injustas.

Esos padres que en su día dieron el paso de crear una plataforma para hacer frente a la intromisión del Estado, han dado hoy el paso de federarse, de unirse aún más, de aunar esfuerzos, de fortalecer esa red que, de hecho, ya se había tejido entre las plataformas, de adquirir una identidad común que les convierte en interlocutores imprescindibles ante el Ministerio de Educación para resolver el conflicto de EpC. Pero no quedará aquí la cosa. Si algo está teniendo de bueno esta ofensiva ideológica en la escuela, es que ha despertado a muchos padres. Padres que, como hizo Rosa Parks en su momento al negarse a cederle el asiento a un blanco aún a sabiendas de que incumplía la ley, se niegan a ceder el puesto al Estado como educador de sus hijos aunque eso suponga, también, incumplir una ley. Leyes así están para cambiarse, y mientras se cambian, están para incumplirse.

Esta Federación formada por padres tiene vocación de permanencia.

Es importante que el gesto, al igual que en el caso de los derechos civiles de los negros, vaya acompañado de la movilización posterior. Cada vez más padres, cada vez más plataformas incorporándose a esta Federación. Es mucho trabajo; es un gran esfuerzo, día a día, pero estoy segura de que si alguien le pregunta a los padres objetores que han constituido España Educa en Libertad, cómo se sienten, hoy también responderían: «Mis pies, cansados. Mi alma, ¡liberada!».


Marisa Pérez Toribio, ártículo publicado en Religión en Libertad (www.religionenlibertad.com)


domingo, 25 de octubre de 2009

Reseña del libro ¡Ni un paso atrás!




¡Ni un paso atrás! La batalla de los padres frente a Educación para la Ciudadanía. Profesionales por la Ética. Criteria Club de Lectores. 159 páginas.

Este libro analiza y expone los orígenes ideológicos de este proyecto de ingeniería social, identificando a los actores que, de manera más o menos visible, han impulsado o apoyado el desarrollo e implantación de estas asignaturas.

En segundo término, incluye un breve análisis de los currículos obligatorios correspondientes a las asignaturas de Educación para la Ciudadanía (EpC) de la ESO, es decir, del concreto diseño que el Gobierno ha impuesto para estas asignaturas y que constituye el origen de todo el conflicto. Se presentan las claves ideológicas de estas asignaturas para entender por qué, como se ha dicho, son inaceptables en la forma y en el fondo y cuáles son la razones por las que, al cabo, los padres están haciendo muy bien oponiéndose a ella de manera comprometida y responsable y por todos los medios legítimos a su alcance. Sobre dichas claves se vuelve en los siguientes capítulos, bajo diferentes perspectivas.

Pero también se sitúa Educación para la Ciudadanía en un contexto más amplio: el marco europeo. El estudio de esta referencia es indispensable porque siendo el modelo español una anomalía en el contexto europeo, éste se ha presentado, con notable abuso y manipulación de la realidad, como la justificación de una iniciativa divergente con dicho contexto.


Pero el verdadero centro de este libro es la lucha de los padres por la libertad de conciencia y el derecho a la educación de sus hijos. Resulta emocionante leer cómo se alzaron los padres frente a esta asignatura, cómo se gestó el movimiento objetor y qué testimonio de coraje y audacia están teniendo frente a las intromisiones del poder en la conciencia de sus hijos.


Finalmente, el libro incluye una exposición detallada de la dimensión jurídica del conflicto y, de manera particular, de la defensa jurídica de la objeción de conciencia a EpC. El conflicto frontal de EpC con libertades fundamentales expresamente reconocidas en la Constitución española y los tratados internacionales suscritos por España, ha provocado una importante fractura jurídica. Baste recordar de nuevo los tres mil recursos judiciales y los cientos de fallos, en parte contradictorios entre sí pero mayoritariamente favorables a los padres objetores. O recordar la larga y reñida deliberación en el pleno de la Sala 3ª del Tribunal Supremo de unas complejas, contradictorias y absurdas sentencias con nada menos que diez votos particulares.

Para hacer más inteligible esta historia y a la vez facilitar que no se pierda la memoria de esta extraordinaria batalla por la libertad ciudadana, el libro incorpora, como anexo, una cronología completa de la polémica de esta Educación para la Ciudadanía y del movimiento objetor que ha suscitado.

Por último, el libro incluye en su anexo II un documento revelador e inédito: las cuidadas consignas que desde el aparato del Partido Socialista Obrero Español llegaron, al día siguiente de conocerse los fallos del Tribunal Supremo, a altos cargos del partido, Gobierno y medios de comunicación afines con el objetivo de intentar dar por zanjada, ante la opinión pública, la batalla de EpC.


Cómo y por qué se gestó la oposición a EpC




Madrid, 23 de octubre de 2009.
Ayer se presentó en un acto multitudinario celebrado en Madrid el libro ¡Ni un paso atrás! La batalla de los padres frente a Educación para la Ciudadanía. Escrito por la asociación Profesionales por la Ética y editada por Criteria Club de Lectores, la presentación contó con las intervenciones de Antonio Arcones, director del Grupo Editorial Ciudadela (al que pertenece Criteria), Ramón Pí (periodista del Grupo Intereconomía) y Teresa García-Noblejas (directora del Comunicación de Profesionales por la Ética).

Antonio Arcones agradeció a Profesionales por la Ética todo lo que estaba haciendo en defensa de los derechos de los padres en un marco cada vez más estatalizado e intervencionista.

Ramón Pí recomendó la lectura del libro a profesores, padres, políticos y periodistas porque en él se explicaba el contexto y la polémica de Educación para la Ciudadanía de manera objetiva y argumentada.

Teresa García-Noblejas indicó que toda la polémica de Educación para la Ciudadanía partía de este presupuesto:

En el año 2004 el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero anunció la implantación de las asignaturas de Educación para la Ciudadanía en todos los centros escolares españoles. Para el catedrático Gregorio Peces-Barba, «la puesta en marcha de estas materias escolares « justificaban toda la legislatura». Conscientes de que se juegan su libertad y la de sus hijos, miles de padres españoles se han rebelando dando lugar al mayor movimiento de objeción de conciencia de la historia de España. Saben que Educación para la Ciudadanía, tal como la ha diseñado el gobierno socialista, es una herramienta esencial en un proyecto de reingeniería social de largo alcance.

Asimismo, García-Noblejas hizo referencia a un documento inédito que se publica como uno de los Anexos del libro. Se trata de un argumentario realizado por el PSOE el 28 de enero de 2009 para difundir entre los altos cargos del partido y de la Administración. El citado documento recoge las consignas que debían utilizar los defensores de las asignaturas de Educación tras el fallo del Tribunal Supremo. Por ejemplo, debía calificarse la polémica de Educación para la Ciudadanía de «falsa» y acusar a la Iglesia Católica, al Partido Popular y a las organizaciones conservadores de haberla organizado.

CÓMO ADQUIRIR EL LIBRO

1. A través del formulario para pago con tarjeta situado en la parte inferior de la página http://profesionalesetica.org/venta-del-libro/

2. Telefónicamente, a través del número 620 46 61 75

3. A través del e-mail info@profesionalesetica.org

¡Ni un paso atrás! La batalla de los padres frente a Educación para la Ciudadanía