jueves, 26 de junio de 2008

ACTO DE PRESENTACIÓN



FORO CIUDAD REAL EN LIBERTAD le invita al acto de presentación de la Asociación y a la charla que pronunciará Jaime Urcelay, presidente de PROFESIONALES POR LA ÉTICA.


1 de julio de 2008, 20, 30 h.

Hotel Santa Cecilia, Ciudad Real

lunes, 23 de junio de 2008

HASTA AHORA LOS PADRES HAN EDUCADO MUY MAL


El pasado jueves 19 tuvo lugar en el Centro Cívico de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) una mesa redonda sobre EpC, organizada por la asociación Jóvenes Liberales del siglo XXI. Participaron como ponentes un representante de FERE, otro de Profesionales por la Ética y un miembro del patronato de la Fundación CIVES. Esta última, como es sabido, es una de las entidades inspiradoras de la asignatura Educación para la Ciudadanía, ha formado a un millar de profesores y está presidida por el ex diputado del PSOE y conocido apóstol del laicismo, Victorino Mayoral.

Una asistente al acto nos cuenta que había unas 40 personas. Y que lo más chocante fue la intervención del representante de CIVES y la reacción del público. Esta es su crónica; entre paréntesis, los comentarios de la cronista.

Los ponentes echan a suertes el orden de intervenciones. El primer turno le toca al representante de CIVES, Julio Herrera González, catedrático de Filosofía en el IES Rafael Alberti de Cádiz, licenciado en Filosofía y en Teología (por la Universidad Gregoriana de Roma, nada menos). Sin un solo apunte, el señor Herrera, con dulce acento canario (pues es de La Palma) ilustra al auditorio sobre hechos significativos en la lucha por los derechos humanos y civiles: Rosa Parks, Luther King, las mujeres trabajadoras que murieron abrasadas en Estados Unidos en una fábrica reivindicando su derecho a amamantar a sus hijos... (se ve que todas las restricciones de derechos se daban en Estados Unidos, vaya por Dios).

Después de esa bonita introducción, Herrera afirma que Educación para la Ciudadanía también se llama de los Derechos Humanos, un tema que ya es hora que se introduzca de lleno en el curriculum escolar (como si estuviéramos en Ruanda en la época del genocidio, nunca se ha hablado, al parecer, de derechos humanos en la escuela española).

En un tono didáctico insufrible, como si hablara a niños de cuatro años, cuenta que el derecho al voto no ha existido siempre, que en España hasta que lo trajeron los liberales no hubo derecho al voto, que al principio sólo votaban los ricos y que las mujeres tardaron muchos años en obtener su derecho al voto gracias al sufragismo (todos estos temas están en los libros de Ciencias Sociales de la ESO y en las asignaturas de Historia, o sea, que nada nuevo).

La asignatura habla también de globalización, consumo responsable y, sobre todo, de educación vial. También del pago de impuestos, que a los españoles nos gusta mucho escaquearnos y hurtar dinero al Estado, no como en otros países, en los que es un orgullo contribuir a los gastos públicos (en estos momentos ya no me siento en Ruanda sino en trance de ser detenida por un Inspector de Hacienda, por no entregar la declaración del IRPF con más entusiasmo).

De los contenidos de la asignatura, ni una frase; citas filosóficas de San Pablo, Santo Tomás y San Agustín, a porrillo. Tan encendida es su argumentación que induce a pensar que EpC, en realidad, se inspira en los padres de la Iglesia (o quizá es un guiño al grupo de monjitas de la enseñanza que asiste al debate. Algunas citas, en latín para impresionar a ese público tan necesitado de educación e instrucción, tan embrutecido por siglos de oscurantismo).

De argumentos concretos a favor de EpC, ni uno (qué extraño, cuando CIVES elaboró la propuesta inicial de la materia en colaboración con la tropa de Peces Barba). En su defensa de EpC, asegura que es fruto de una imposición (motivo para rechazarla, pienso yo, por qué Europa tiene que imponer una asignatura a España) y que se introduce en países que han sufrido terribles dictaduras como la de Argentina (y yo que pensé que se establecía en los países poscomunistas para instruir en democracia a los sufridos ciudadanos de Europa del Este).

Para rematar, sostiene Herrera que la asignatura fomenta la participación democrática de los alumnos. Por ejemplo, que elijan a la niña lista como delegada de clase y no al chico gamberro (curiosa concepción de la democracia, dictando a quien tienen que elegir los electores).
Y luego vienen las preguntas. La primera sorpresa es que el 90 % de los que intervienen son críticos e incluso objetores a EpC. Por ejemplo, un padre de seis hijos que lleva a los chavales a un centro concertado, hace una proclama a favor de la objeción por solidaridad con los públicos y por dignidad y libertad y porque hay que cargarse la asignatura (el representante de FERE, con cara de circunstancias).

Otro padre se dirige a Herrera, el de CIVES, en estos términos: "Me ha encantado su introducción sobre la lucha por los derechos civiles. Y le voy a dar una buena noticia: ahora mismo en España, más de 30 mil padres están defendiendo sus derechos y los de sus hijos". Intervienen un par de padres y madres más, otro asistente no entiende por qué se ha introducido esta asignatura polémica. Otro padre objetor lee citas textuales del consejero de Educación de Castilla-La Mancha, José María Valverde, en las que viene a decir que EpC educa en moral pública y no contradice la moral privada pero que si la contradice, mala suerte: la moral privada se tendrá que someter a la pública.

En el turno de preguntas del público y respuestas de los ponentes, Herrera no rebate los argumentos esgrimidos por PROFESIONALES POR LA ÉTICA en contra de la asignatura, solamente manifiesta que se siente "humillado" por la presentación de EpC que esta asociación ha realizado (en la presentación ni se le menciona a él ni siquiera a CIVES, pero el ir de víctima siempre es rentable y hace que el público se ponga a favor de uno).

En defensa de las bondades de la asignatura, el señor Herrera asegura que si la asignatura fuera tan mala como se dice y se muestra (en materiales, reales decretos, libros...), el director del colegio de los marianistas de Cádiz (muy amigo suyo), no la daría en su colegio. Y que él mismo (miembro del patronato de la laicista CIVES) ha ido a explicar qué es EpC al colegio de la Compañía de María de San Fernando (Cádiz) (anda, esta debe ser la famosa adaptación de la materia a un determinado ideario, me digo en bajito).

Pero las confesiones de Herrera y la CIVES connection no acaban aquí. Cuando un padre objetor defiende su derecho a educar a sus hijos y se pregunta por qué el Estado pretende apropiarse de ese derecho, no se le ocurre otra cosa que gritar, iracundo: "Es que las familias, hasta ahora, lo han hecho muy mal" (con dos narices; el público, en gran medida formado por padres, le lanza una advertencia en forma de protesta oral de tono elevado).

Para remate, en defensa de EpC interviene una sola persona entre los asistentes. Y cuenta que es docente de Filosofía, que lleva muchos años dando clase (no aparentaba más de 30 años) y que le parecía muy bien que se enseñaran cuestiones de moral, nuevos derechos y realidades emergentes (me dicen de una asociación objetora que ese discurso está siendo manejado por un prototipo de activista prociudadanía que al parecer se cuela en todas las charlas informativas).

El espontáneo defensor de la asignatura suelta dos perlitas: que afirmar que la moral tiene un fundamento trascendente es aberrante (en realidad, lo que se había dicho en defensa de los objetores, es que, para muchas personas, la fuente del bien era trascendente, concretamente un Dios personal y esa creencia merecía, al menos, respeto); sostiene también el supuesto docente que qué era eso de que las familias educaran: que quien tenía que educar era el Estado y solamente el Estado (aquí parece que sale a relucir la verdadera cara de EpC, una asignatura que supuestamente promueve el diálogo para acabar con los conflictos).

Los objetores quedan encantados. D. Julio Herrera González, patrono de CIVES, les ha proporcionado aún más argumentos en defensa de sus posiciones. "A estos", dice un activista de la objeción, "les pones un micrófono y se multiplican las objeciones" (y eso que no ha dado ni un argumento sólido a favor de la polémica materia. Voy a hablar con Victorino Mayoral: es una vergüenza que un representante de CIVES ni siquiera exponga su propuesta de asignatura).

miércoles, 18 de junio de 2008

NUEVA RESOLUCIÓN JUDICIAL FAVORABLE A OBJETORES A EPC



REDACCIÓN HO.- En un Auto de fecha 5 de junio a cuyo texto ha tenido acceso HO, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Huesca ha resuelto "la concesión de la medida cautelar solicitada consistente en dejar en suspenso la obligatoriedad de cursar la asignatura 'Educación para la ciudadanía' respecto de los hijos" de unos padres oscenses.

El procedimiento en curso se abrió al interponer estos padres un recurso contencioso-administrativo, a tramitar por el procedimiento de protección de los derechos fundamentales, contra la resolución del viceconsejero de Educación de Aragón de 3 de abril del presente año, que denegaba el reconocimiento de la objeción de conciencia a la asignatura 'Educación para la ciudadanía' y obligaba a sus hijos a cursarla, en contra de las convicciones de sus progenitores.
En el apartado de argumentaciones jurídicas de la resolución, el juez considera que la medida solicitada, la inasistencia de los alumnos a las clases presenciales de la asignatura 'Educación para la ciudadanía', no provoca ningún daño a terceros.

Hace constar que "las partes que se oponen a la concesión de la medida señalan que se perturba el interés público", si bien "sólo el escrito de la Abogacía de la Comunidad de Aragón concreta esa perturbación, señalando que los menores quedarían sin clase durante el horario de dicha asignatura, siendo responsabilidad del centro educativo la custodia de los menores durante ese tiempo". Estima su señoría que "dicho argumento no acredita la existencia de un interés público perjudicado con una entidad relevante", pues los alumnos afectados pueden dedicar esas horas lectivas a otras materias curriculares o al estudio en las instalaciones del propio centro escolar.

Considera el magistrado que, por el mero hecho de tener que prestar una atención especial a determinados alumnos, "no se altera significativamente el buen funcionamiento del centro escolar". A modo de ejemplos, indica que "situaciones similares se han venido atendiendo con normalidad durante los últimos años, como la inasistencia a clase de Religión (Católica) por parte de alumnos no católicos, agnósticos o ateos, así como la también habitual y frecuente preparación de un menú escolar diferente para los alumnos musulmanes, algo que no ocurre respecto de los alumnos necesitados de una dieta especial como celiacos, hipertensos, con trastornos alimenticios, alérgicos, etc..., lo que evidencia que las administraciones educativas parecen primar los motivos religiosos sobre las causas de salud". "Dado que la sensibilidad hacia cuestiones religiosas parece tratarse con especial atención cuando la religión no es la Católica, deben atenderse con el mismo celo las mismas cuestiones cuando éstas las plantea el pensamiento Católico", afirma su señoría.

Para el juez, "resulta evidente que la tramitación ordinaria provocaría que los hijos menores de la parte actora recibieran una enseñanza, o adoctrinamiento, en unos valores que no son los compartidos por sus progenitores, que es lo que éstos tratan precisamente de evitar, por lo que de no adoptarse la medida propuesta los alumnos recibirían tales enseñanzas no queridas, lo que mermaría la eficacia de una eventual Sentencia favorable a sus intereses, pues el resultado no querido ya se habría producido y los daños así causados no tienen posible reparación, ni moral ni económica".

Para adoptar esta resolución, su señoría ha tenido en cuenta "la existencia de numerosos pronunciamientos judiciales en España contrarios a la obligatoriedad de la citada asignatura, por razón de sus contenidos, por afectar éstos al modo en que los progenitores tienen Derecho a educar a sus hijos, según señala el art. 27.3 de la C. E." y ha considerado que "el que exista algún pronunciamiento a favor de la obligatoriedad de la citada asignatura., no desvirtúa tal apariencia, pues como mera apariencia, no puede determinarse mediante un pormenorizado análisis del fondo del asunto, que no puede ser resuelto en el presente momento procesal".

martes, 10 de junio de 2008

CASI 600 OBJECIONES EN CIUDAD REAL



El Foro Ciudad Real en Libertad, que aglutina a las familias que han expresado su rechazo a la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC), se constituyó oficialmente como asociación el pasado jueves día 5 de junio, tras haberse inscrito en el Registro Oficial de Asociaciones.

La Junta Directiva está formada por ocho miembros y presidida por Manuel Martín-Gaitero, y se ha abierto el proceso de inscripción de socios, que podrían llegar a ser en un futuro próximo entre 300 y 400 en la provincia teniendo en cuenta que hasta el momento en Ciudad Real se han presentado 550 objeciones.

La primera medida de la asociación ha sido solicitar una reunión con el presidente regional, José María Barreda, quien transmitió hace días a Martín-Gaitero su deseo de conocer los motivos por los que rechazan la nueva asignatura.

En la tarde del jueves 5 de junio, un grupo de padres entregó en la Delegación Provincial de Educación 130 objeciones a EpC y 43 recursos de alzada contra resoluciones denagatorias de la Consejería de Educación de otras tantas objeciones presentadas con anterioridad. La mayor parte de estos escritos proceden de familias residentes en Almagro, Bolaños, Ciudad Real, Daimiel, Moral de Calatrava, Torrenueva y Villarrubia de los Ojos, que tienen escolarizados a sus hijos tanto en colegios concertados como en centros públicos.

Martín-Gaitero señaló que Ciudad Real es una de las provincias más activas contra la asignatura en la región, aunque Toledo es la que más objeciones ha registrado con más de 6.000. En toda Castilla-La Mancha superan ya las 8.200, cifra que la convierte en la comunidad autónoma líder en oposición a Educación para la Ciudadanía, seguida de Madrid y Andalucía.

Las objeciones en toda España son ya más de 35.000 y están aumentando rápidamente en estas fechas, al coincidir con el periodo de asignación de centros y matriculaciones para el próximo curso.

Martín-Gaitero explicó que la asociación rechaza el actual currículo de la asignatura porque con él se pretende una formación de la conciencia moral que vulnera el derecho de los padres que también en el sistema educativo se garantice a sus hijos la educación religiosa e ideológica que ellos desean. Además apunta que la carga lectiva de esta asignatura se resta de materias tan importantes como Lengua o Matemáticas.

jueves, 5 de junio de 2008

MÁS DE 35 MIL OBJECIONES


Cuando quedan unas semanas para que finalice el curso escolar, las objeciones de conciencia frente a la asignatura 'Educación para la ciudadanía' (EPC) tramitadas en toda España ya son más 35.000.
Según datos facilitados por Profesionales por la Ética, Castilla-La Mancha (8.042) es la comunidad autónoma donde más declaraciones de objeción han sido formalizadas. La siguen la Comunidad de Madrid (8.025), Andalucía (6.483) Murcia (3.580), la C. Valenciana (3.402) y Castilla y León (2.084). Leonor Tamayo, portavoz de Profesionales por la Ética, informa de que en las últimas semanas se están presentando objeciones masivas; es el caso de Collado Villalba (Madrid), localidad en la que ayer mismo la Plataforma Educa en Libertad Madrid Noroeste anunciaba la presentación de 1.063 nuevas objeciones correspondientes a centros educativos de Collado Villalba, las Rozas, Pozuelo de Alarcón, Majadahonda, Cercedilla, Galapagar y Torrelodones.

Además, según indica http://www.objetores.org/, en una semana han surgido nuevas plataformas de padres objetores a esta materia obligatoria. Es el caso de NI UN PASO ATRÁS (plataforma de Sevilla), PADRES EN ACCIÓN (Madrid) y TENERIFE EDUCA EN LIBERTAD (Tenerife).

Por otra parte, Jaime Urcelay, presidente de PROFESIONALES POR LA ÉTICA recuerda que en el curso 2008-2009 la asignatura EPC se implantará en toda España en 2.º ó 3.º de ESO (en siete comunidades autónomas ya se está impartiendo en 3.º durante el curso 2007-2008) y, por primera vez, en 4.º de ESO y en 1.º de Bachillerato. En 4.º la asignatura se llama Educación Ético-Cívica y mantiene los objetivos de la asignatura para toda la ESO; entre estos objetivos se encuentran "ayudar a los alumnos a construirse una conciencia moral y un pensamiento y proyecto de vida propios" así como "construir una ética común".

Peculiaridades de Educación Ético-Cívica

Educación Ético-Cívica, tal como la ha diseñado el Ministerio de Educación, incluye algunas novedades respecto a la materia de 2.º ó 3.º de ESO. Así, se incide en los dilemas ético-cívicos y en la consideración de las alternativas existentes, en la educación afectivo-emocional, en la identidad personal y en los interrogantes del ser humano. Entre los criterios para evaluar a los alumnos se tratará de comprobar "si se comprende el pluralismo político y moral" y si se "identifican los distintos elementos de la dimensión moral de las personas y del comportamiento humano y de los dilemas morales que se plantean en el mundo actual". Educación Ético-Cívica evaluará también si los alumnos realizan un "uso adecuado de la argumentación sobre dilemas y conflictos morales".