Manifiesto de las Juventudes Socialistas en el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.
Esta misma semana las Juventudes Socialistas han hecho público un manifiesto con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia en el que se felicitan por los "avances conseguidos en la anterior legislatura para el colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Transenxuales y Bisexuales)" que han situado a España " como un referente mundial en el desarrollo de políticas de igualdad. Tanto la reforma del código civil que permite el matrimonio y la adopción por personas del mismo sexo; como la llamada Ley de Identidad de Género que dignifica a las personas transexuales permitiendo realizar los cambios pertinentes relativos al sexo y nombre de su documentación oficial".
En este contexto, las Juventudes Socialistas afirman que "seguiremos apoyando todas las iniciativas educativas que permitan la progresiva eliminación de la LGTB-fobia de nuestra sociedad. Como jóvenes, consideramos necesaria la impartición de una asignatura como es Educación para la Ciudadanía donde se trabaja en el respeto a la diversidad en su sentido más amplio en el marco de la libertad y la tolerancia".
La reivindicación de la asignatura Educación para la Ciudadanía por parte de los lobbies homosexuales no es nueva. Pedro Zerolo ya consideró que la asignatura Educación para la Ciudadanía era "un paso de gigante" para promover un pluralismo moral que acuerde una plena igualdad para los gay y las lesbianas" (Revista Famille Chretienne, 24 de noviembre de 2006).
El interés que los colectivos de presión homosexual tienen por la asignatura Educación para la Ciudadanía permite, por ejemplo, que una web didáctica dependiente de la Junta de Andalucía, en la Unidad didáctica sobre diversidad sexual, proponga el vídeo del Día del Orgullo Gay como actividad para realizar en clase de Educación para la Ciudadanía.
Para Fabián Fernández de Alarcón, secretario general de Profesionales por la Ética, la cuestión está en que si Educación para la Ciudadanía transmitiera exclusivamente valores constitucionales, bastaría con incidir en la necesidad de respetar a todas las personas, su dignidad y derechos fundamentales. "Sin embargo", asegura, "la realidad es que Educación para la Ciudadanía pretende imponer desde una asignatura obligatoria conceptos de índole moral como diversidad afectivo-sexual, homofobia o ideología de género, algo que se está ocultando a la mayoría de los padres".
2 comentarios:
Lo que pasa es que las minorías quieren todo, cuando lo normal y legítimo es que avancen en el logro de sus intereses en proporción a su tamaño, pues claro que tienen derecho a reivindicar sus intereses, pero esto está salido de madre, pues son muy poquitos.
El problema es que existe una desproporción brutal entre el número de personas que representan estas minorías y su poder de influencia. Claro que tienen derechos, pero en proporción a su número, hombre, en proporción a su número...
Saludos
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