
Sea cual sea el veredicto, no supondrá el final de este conflicto, mucho más profundo de lo que algunos pretenden. Pero orientará las resoluciones de los casi 1.700 recursos contra la polémica asignatura que se tramitan en Juzgados y Tribunales de toda España.
En los últimos días hemos asistido a presiones de todo tipo, desde el gobierno, sus medios de comunicación afines y asociaciones de padres laicistas y progubernamentales, intentando condicionar la resolución del Supremo. La CEAPA ha llegado al atrevimiento de escribir una carta al presidente del TS pretendiendo influir descaradamente en el veredicto final, algo sin precedentes en nuestra democracia.
Frente a estas presiones, los padres que se oponen a EpC y las diversas entidades que apoyan la objeción de conciencia han pedido respeto e independencia para la labor del TS, manifestando su confianza en la Justicia.
Frente al gobierno que pretende adoctrinar a los niños, manipulando una asignatura que supuestamente enseña la Constitución y los Derechos Humanos, los padres objetores exigimos que se cumpla la Constitución, la Declaración Universal de DDHH y la Carta Europea de Derechos Fundamentales, respetando nuestro derecho a decidir la formación ideológica, moral y religiosa de nuestros hijos y ejerciendo el derecho a la libertad ideológica y de conciencia que se materializa en la objeción.
Frente a la administración que pretende confundir a la sociedad entera, incluso intentando engañar a los jueces, haciendo ver que no existe la asignatura en determinados cursos, que se trata de la Ética y de la Filosofía de toda la vida, los padres objetores enarbolamos la propia Ley Orgánica de Educación y sus decretos de desarrollo que dejan patente la existencia de un bloque de asignaturas que comprende Educación para la Ciudadanía y los DDHH (5º de primaria y 2º de ESO), Educación Ético-Cívica (4º de ESO) y Filosofía y Ciudadanía (1º de Bachillerato), todas con un mismo propósito y sin parangón en el resto de la Unión Europea.
Lo que se ventila en esta sentencia va mucho más allá de la legitimación de una asignatura que desagrada a muchos. Se están estableciendo los límites que separan el ámbito de competencias del Estado y el ámbito de libertad y responsabilidad de la familia. Esa frontera legal se va a trazar en el terreno de la Educación ¿A qué lado quedarán nuestros hijos?
Manuel Martín-Gaitero López M. - Presidente de la Asoc. Foro Ciudad Real en Libertad
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