lunes, 5 de noviembre de 2007

UN PASITO MÁS EN NUESTRO CAMINO


Son las cinco de la tarde y aquí nos tienes, camino de Campo de Criptana.


Durante el viaje me pregunto ¿por qué nos hemos metido en este “berenjenal”?, ¿estaremos a la altura de representar a la gente de Profesionales por la Ética que ha depositado su confianza en nosotros?, ¿no seremos demasiado osados al presentarnos aquí, tras la charla que dio Benigno Blanco? ¿cuánta gente vendrá? ¿estaremos preparados...?

Nada más abrir el salón de actos y hacer las presentaciones se disipan algunas de mis dudas. Manuel parece tener todo bajo control. Sé, porque lo hemos hablado, que siente una gran responsabilidad; pero habla y expone nuestras razones desde la tranquilidad que da el tener asumido que estamos aquí porque pensamos que ante la EpC sólo nos queda el camino de la OBJECIÓN y necesitamos que muchos más padres tomen esta decisión.

Tras una breve introducción, y conscientes de que casi todos los padres que están aquí saben de qué se trata, nos metemos en lo que nos han pedido: cómo objetamos, dónde, cuándo, qué pasará después... y notamos una gran preocupación, sobre todo ante el interrogante ¿qué les puede pasar a nuestros hijos?

Se abre el debate y cada uno de nosotros responde a su manera: Manuel desde su tranquilidad y con las tablas que da exponer algo que se ha preparado concienzudamente y que siente; Manoli expresando que respeta otras posturas pero exigiendo, eso sí, con gran dulzura, que se respete la suya; Arturo con ese saber estar y el bagaje que le da el haber toreado en muchas plazas; y yo, que estoy aquí solamente como madre preocupada por la educación que se da a mi hija, o quizá por algo más, porque siento que ningún estado, ni gobierno, ni partido, ni movimiento puede usurpar mi derecho y mi obligación de educar moralmente a mi hija.

No todos los que nos encontramos aquí somos de la misma opinión y eso hace, sin duda, que el debate sea mucho más interesante; desde la educación y el respeto todo se puede hablar y todo se puede exponer.

La gente va saliendo y tengo que reponer los formularios de objeción que hemos colocado en las mesas, a la salida del local “¡Qué se me acaban!” digo de buen humor, pensando que quizá alguna de aquellas personas vayan a presentar la objeción. Damos las explicaciones que nos piden a la salida y atendemos a todo el que nos plantea alguna duda.

Diréis que no soy objetiva, pero me creeréis si digo que Manuel ha estado genial, y si lee esta crónica intentará quitar este párrafo, pero no puedo decir otra cosa.

Al salir nos aborda un matrimonio y comenta que la EpC es sólo una parte del problema, que esto no quedará aquí, que este gobierno no da puntadas sin hilo. Sin embargo, nos animan a seguir y nos dan las gracias ¡Ya no tengo dudas de porqué estamos aquí!

Gracias a ellos, a María José, a Joaquín, a Santiago y a los medios de comunicación locales,
ha sido posible este encuentro de información y libertad.


Ana María
Foro Ciudad Real en Libertad


PD: conversación entre una madre y su hija, a la salida del acto.
HIJA: ¿Por qué hemos venido?
MADRE: Porque nadie puede decirme cómo debo educarte. Yo quiero educarte como me educaron a mí, porque pienso que mis padres hicieron lo mejor.
HIJA: Pues mi señorita ha dicho que la tienen que dar, porque si no, vendrán los inspectores y le regañarán a ella. ¿Y cuándo van a empezar a darla?
ANA: No la podrán dar nunca mientras haya personas como tu madre.

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